Poema “Río Duero, río Duero” de Gerardo Diego

Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja;
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.

Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.

Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.

Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.

Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.

Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,

sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.

Comentario de texto y análisis de “Romance del Duero”

“Romance del Duero” es un poema que fue escrito en 1923 y forma parte de la obra de Gerardo Diego conocida como “Soria”.

Tema de “Romance del Duero”

El tema es la actitud de indiferencia de los ciudadanos de Soria frente a la poesía y valores culturales que forman parte de las raíces culturales de la sociedad.

Métrica de “Romance del Duero”

La métrica y rima del poema la podéis encontrar aquí.

Diccionario de “Romance del Duero”

Ondas (v.15): olas, movimientos de las aguas.

Figuras Retóricas de “Romance del Duero”

Metáforas:

  1. tu eterna estrofa de agua (v.4): el sonido del río que hace referencia a la tradición oral.
  2. espejo: agua del río.
  3. su muralla desdentada: la herencia cultural.
  4. sus almas (v.26): los protagonistas de otras historias de amor.
  5. siembran (v.27): recitan al río sus sentimientos de amor.

Anáfora:

  1. nadie/nadie.

Apóstrofe:

  1. el vocativo Río Duero, Río Duero

Personificación:

  1. Indiferente o cobarde
  2. la ciudad vuelve la espalda
  3. no quiere ver en tu espejo

Primera parte del “Romance del Duero”

Primera estrofa

La primera parte está formada por las primeras dos estrofas, del v.1 al 8. El poema abre lamentándose de la actitud distante de los ciudadanos de Soria ante la tradición, en concreto los poemas de tradición oral que, simbólicamente, lleva el río:


Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja;
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.

vv. 1 a 4

La poesía habla a lo más profundo del ser humano, a la esencia de la persona, esta es la razón por la que no importa de qué época sea el lector: la buena poesía es intemporal, o como dice el poema, “eterna”.

Romance del Duero
Imagen del río Duero

Segunda estrofa

La segunda estrofa describe de forma alegórica la postura de los habitantes de la ciudad de Soria ante los valores culturales que transporta el río. La ciudad, junto al castillo, se encuentran a un lado del río. El río está apartado, esto, en parte, explicaría que la gente no le preste mucha atención.

Romance del Duero
El castillo de Soria está situado a escasos metros del río Duero. Fuente: Google Maps

Soria es una ciudad con mucha riqueza histórica. Los primeros indicios de vida los encontramos entre el año 3000 y 2000 a.C. en el monte Valonsadero, donde se han encontrado una pinturas rupestres realizadas por pueblos nómadas. Ahora bien, en el s. X y XI d.C. Soria cobra mucha importancia por su ubicación a orillas del río Duero, que marcaba los límites entre los territorios musulmanes y cristianos en lo conocido como “marca del Duero” o “línea del Duero”. La reconquista cristina de esta zona en 1065 y la posterior conquista de Toledo, en 1085, significaron un nuevo comenzar para Soria.

Romance del Duero
Restos del otrora gran castillo de Soria

La voz poética denuncia en la segunda estrofa precisamente la pérdida de esos valores, en la imagen podemos ver los restos desdentados del castillo de Soria. Los habitantes, se entristece el poema, no se paran a contemplar los valores que edificaron la ciudad, que le dieron esplendor, sino que adoptan una actitud indiferente:


Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.

vv. 5 a 8

Segunda parte de “Romance del Duero”

Tercera estrofa

La segunda parte de “Romance del Duero” está compuesta por las estrofas 3-5 y los vv. 9-20. En ella la voz poética realiza una descripción alegórica del agua del río y de su entorno, utiliza la metáfora para referirse a temas tan importante como la poesía de tradición oral, las creencias religiosas y el amor. Todo se integra dentro de la tradición. También, el autor se posiciona ante el continuo cambio de valores, tradiciones y creencias que ocasiona el paso del tiempo:


Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.

vv. 9 a 12

La expresión “tus barbas de plata” hace referencia a la tradición del río, es anciano, ha visto y vivido mucho. La descripción del entorno tiene como finalidad aludir a las creencias religiosas y al amor:

Cuarta estrofa

Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.

vv. 13 a 16

En el verso 13, “los santos de piedra” se refiere tanto específicamente a las ermitas de San Polo y San Saturio (en Soria, el río pasa por la ermita de San Polo y te conduce a la de San Saturio) como a, de forma abstracta, a las creencias religiosas. Los “álamos”, por otro lado, son símbolos del amor.

Quinta estrofa

En la quinta estrofa se expresa el anhelo de la voz poética por parecerse al río en su permanencia, en su inmutabilidad. Desea asemejarse al río, que tiene la particularidad de cambiar continuamente sin abandonar su cauce, es decir, su esencia.

LG

Escribía.