¿Qué es “Personificación”?
La personificación es un recurso literario que se emplea generalmente para atribuir propiedades humanas a un cuerpo inanimado (un objeto), a un animal u otra clase de sujetos como podría ser el sol, el aire o un árbol.
Significado de personificación
Como el propio nombre indica, personificar es volver algo o alguien persona. Por ello, este recurso literario, a diferencia de otros como el símil o la hipérbole, tiene como objeto el concepto del que se habla y no la forma con la que se compone.
El término prosopopeya viene del griego y significa literalmente “hacer rostro” o “volver rostro”. En otras palabras, que aquello que no era con rostro (una piedra) tenga forma humana.
Personificación o prosopopeya
Una de las preguntas más recurrentes es: ¿en qué se diferencia la personificación de la prosopopeya? La respuesta es muy sencilla y seguro que la recordarás: absolutamente en nada. Son dos palabras sinónimas, es decir, significan lo mismo. Ambas son recursos literarios.
Textos con personificación
Es muy sencillo encontrar textos con personificación. La mayoría de ellos son cuentos infantiles como, por ejemplo, la Caperucita Roja (si hablamos del lobo), los Tres cerditos, la Sirenita. Estos son ejemplos de prosopopeya si nos decantamos por cuentos de tradición popular, pero hay más.
La personificación o prosopopeya nace en Occidente en las Fábulas de Esopo, un poeta griego que es conocido por haber recogido un número significativos de fábulas donde encontramos animales personificados. Un gran número de textos con prosopopeya los enconcontraréis en esta clase de obras, como también en los Cuentos de los hermanos Grimm.
La prosopoeya como recurso literario ha llegado también hasta la gran pantalla, especialmente en películas infantiles como 101 dalmatas, Buscando a Nemo, Bambi, o El Rey León quizás siendo esta última la más conocida.
Ejemplos de personificación
LA TORTUGA Y EL ÁGUILA, fábula de Esopo
Una tortuga, que vio el vuelo de un águila, sintió también deseos de volar. se fue a visitar al águila y le pidió que le enseñara al precio que quisiere. El águila le dijo que era imposible, sin embargo, le insistió y apremió. Entonces, la cogió y levantándola por el aire la dejó caer sobre una roca. donde fue a estrellarse, se rompió y se murió.
La prosopopeya normalmente se usa en textos prosaicos como fábulas, aunque tampoco es extraño encontrarlo en poemas. Aquí algún ejemplo de personificación en poesía.
Salíme al Campo, vi que el Sol bebía
mi báculo más corvo y menos fuerte
Dos versos de Enseña como todas las cosas avisan de la muerte de F. de Quevedo
Imágenes de personificación y ejemplos
La función de la prosopopeya es acercarnos de algún modo la acción o el mensaje del autor. Por ello, es común el uso de cuentos ‘animados’ a los niños porque son fuente de conocimiento muy clara. Los adultos también asimilamos el mensaje y podemos hacer análisis del mismo. Suele decirse que una imagen vale más que mil palabras, ¿qué decís, pues, de estos ejemplos de personificación en imágenes?