Vino, primero, pura…
Vino, primero, pura,
vestida de inocencia.
Y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes.
Y la fui odiando, sin saberlo.
Llegó a ser una reina,
fastuosa de tesoros…
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!
…Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.
Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quitó la túnica,
y apareció desnuda toda…
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!
Comentario y análisis del poema Vino, primero, pura
El poema Vino, primero, pura de Juan Ramón Jiménez es una de las obras más conocidas del autor y podemos encontrarla en su obra Eternidades (1917). En este poema podemos observar el redescubrimiento del autor por la poesía y las distintas fases por las que pasó en su relación con la lírica. Para ello, se sirve del recurso de la personificación como una mujer para darle mayor expresión poética y dotar a la propia poesía de cuerpo y atractivo.
La primera estrofa del poema, un terceto, respondería a una primera etapa de enamoramiento del poeta por la poesía. Por esa razón, dice la voz poética que ella (el referente siempre es la poesía) vino vestida de inocencia como si fuera una niña. Recordemos que el primer contacto que tuvo Juan Ramón Jiménez por la poesía fue por una poesía romántica, emotiva, influenciado por la lírica de Gustavo Adolfo Bécquer. Por ello, no es de extrañar que se trate de una poesía más pueril y poco afianzada.
En un segundo momento, la poesía se fue vistiendo y fue cogiendo formas más adultas. Es un momento de incomprensión a la que poco a poco fue odiando por no encontrarle un sentido. Quizás por ese motivo empezó las redacciones en prosas como la de su obra magna Platero y yo (1907-1916).
En un tercer momento, quizás el actual para el autor, la poesía le devolvió la sonrisa y pudo volverla a ver con esa inocencia que la caracterizaba en un primer momento.
Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Ya desde una adultez marcada biológicamente por el autor y una comprensión más intelectual y trascendente que también viene marcada por su trayectoria poética vuelve a hacerla suya.
Y se quitó la túnica,
y apareció desnuda toda…
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!