YO VOY SOÑANDO CAMINOS
Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!…
·
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero,
a lo largo del sendero…
—La tarde cayendo está—.
·
En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día;
ya no siento el corazón.
·
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
·
La tarde más se oscurece;
y el camino se serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.
·
Mi cantar vuelve a plañir:
Aguda espina dorada,
quién te volviera a sentir
en el corazón clavada.
COMENTARIO AL POEMA
Antonio Machado nos presenta un poema más propio del romanticismo que del modernismo, época en la que se encuentra. Autores como Machado y Cernuda destacarán y alabarán la obra de Gustavo Adolfo Bécquer, cosa que nos ayuda a comprender estos versos tan pesimistas y cargados de sentimiento.
En el comentario a yo voy soñando caminos no podemos no hacer mención al título del propio poema que, al mismo tiempo, coincide con el primer verso de estas corto poema. El tema principal que nos dibuja Machado con estas líneas es, sin duda, la insatisfacción y la angustia de un vacío existencial y afectivo.
Destaca ante todo el yoismo (Yo) en este poema que, como hemos dicho, tiene un gran eco del romanticismo. Las palabras del poeta español desprenden un anhelo insatisfecho; es un deseo que es, al mismo tiempo, la causa de su sufrimiento.
CAMINOS
El motivo del camino es un elemento muy común dentro de los poemas de Antonio Machado. El camino simboliza la vida en sí como un recorrido que debe realizarse. En muchas ocasiones, como podemos ver en el famoso poema de Caminante no hay camino, el poeta español presenta este camino con un destino indeterminado que cada uno construye.
El camino, en este caso, es una realidad del poeta que existe y está fijada. En el inicio está descrito el camino como un sendero que ‘no sabe a dónde irá’. En cualquier caso, el camino está fijado y tiene una meta (futura) que no está descrita, es un misterio.
A mitad del poema observamos cómo el motivo del camino se desvanece para dar paso a la duda, a la inseguridad y al cambio existencial en la vida del poeta. Desaparece el camino junto con la amada y el poeta queda en un no-lugar que deberá reconstruir.
La tarde más se oscurece;
y el camino se serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.