SONETO XXIX
Nunca d’Amor estuve tan contento
Que’n su loor mis versos ocupaste;
ni a nadie consejé que s’engañase
buscando en el amor contentamiento.Esto siempre juzgó mi entendimiento:
que d’este mal tod’hombre se guardase,
y así, porque’sta ley se conservase,
holgué de ser a todos escarmiento.¡O vosotros que andáis tras mis escritos
gustando de leer tormentos tristes,
según por que amar son infinitos!,mis versos son deziros. «¡O benditos
los que de Dios tan gran merced huvistes
que del poder d’Amor fuésedes quitos!»