Memento Mori | Tópico literario

Significado y ejemplos de Memento Mori

Significado de Memento Mori

El tópico literario “Memento Mori” significa literalmente “acuérdate de que vas a morir”. La función de esta figura literaria es la de poner énfasis en la inevitabilidad de la muerte. No sabemos cuándo moriremos, ¿hemos de vivir, por tanto, como si no hubiera un final? Está muy relacionado con los tópicos “tempus fugit” y “vanitas vanitatis”.

Contexto cristiano

Este tópico literario surge en un contexto de fe cristiana, por lo que se ha de enlazar con estas creencias para darle un sentido pleno. El cristianismo, como en la mayor parte de las religiones, busca la trascendencia en un ser que le supere y de sentido a su vida. A partir de esto se extrae una ética, un comportamiento dirigido a alcanzar la autorealización, la plenitud y, en definitiva, la felicidad.

La poetisa Ernestina de Champourcín lo expresaba en su poema “Carta al vacío” de donde se extrae que la clave de la felicidad está en “eludir el camino que todos conocemos”, es decir, la sumisión a las pasiones y buscar la ruta de lo impensable.

Memento Mori
La muerte es uno de los temas más recurrentes en la literatura universal.

Un ejemplo muy claro: todos experimentamos la inclinación de pensar sólo en nosotros mismos (ya pensando sólo en nuestros problemas o escogiendo un viaje). La lógica que nos transmite Ernestina de Champourcín es precisamente eludir este camino y vivir para los demás. Por supuesto, bebe de la lógica cristiana conforme a la cual “los últimos serán los primeros”.

Ahora bien, ¿qué ocurre si no se elude el camino que todos conocen? Pues espera el infierno. Por esto este tópico nos impera recordándonos que no vale la pena distraerse con lo terrenal, que está en juego la vida eterna.

Evolución posterior

Con la ilustración y el “triunfo” de la razón no se consigue dar una respuesta satisfactoria al problema de la muerte. Por lo tanto el tópico literario se abandona paulatinamente debido a que no se puede determinar científicamente la existencia de una vida más allá de la muerte. Esto mismo expresará el filósofo francés Blaise Pascal:

“No habiendo podido los hombres remediar la muerte, la miseria y la ignorancia han imaginado, para ser felices, no pensar en absoluto en ellas.”

El poeta español Antonio Machado, haciendo uso de su lírica habitual, hacía un juego de palabras diciendo:

“La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos”.

Memento Mori
La muerte y el amor son categorías fundamentales en el cristianismo. Cristo murió por amor.

Desde el punto de vista psiquiátrico es recomendable no temerla pero ignorarla (¡ignorar el memento mori!) constituye un problema. Así lo afirmó el prestigioso psiquiátra suizo Carl Jung:

“El hombre que no percibe el drama de su propio fin no está en la normalidad sino en la patología, y tendría que tenderse en la camilla y dejarse curar.”

En cualquier caso este tópico ha sido abandonado paulatinamente a medida que ha ido apareciendo el estado de bienestar y con la progresiva laicización de la sociedad.

Ejemplos de Memento Mori

“Me parecía tener las manos vacías. Pero estaba seguro de mí, seguro de todo, más seguro que él, seguro de mi vida y de esta muerte que iba a llegar. Sí, no tenía más que esto. Pero, por lo menos poseía esta verdad, tanto como ella me poseía a mí”.

– Albert Camus

“Cuando engendras un hijo te crees, por un momento, fabricante de vida, pero los mismos alaridos del parto te dicen que es muerte lo que engendras, que das a luz lo fugitivo y que te salen del vientre trozos de vida y muerte barajados. Todas las madres saben que dan a luz aprendices de muerto”.

– J. L. Martín Descalzo

“El hombre que no percibe el drama de su propio fin no está en la normalidad sino en la patología, y tendría que tenderse en la camilla y dejarse curar.”

– Carl Jung

LG

Escribía.