Te acordás hermano de Mario Benedetti
¿Te acordás hermano que tiempos aquellos
cuando sin cortedades ni temor ni vergüenza
se podía decir impunemente pueblo?
cada uno estaba donde correspondía
los capos allá arriba/ nosotros aquí abajo
es cierto que no siempre
logró colarse el pueblo en las constituciones
o en las reformas de las constituciones
pero sí en el espíritu de las constituciones/
los diputados y los senadores
todos eran nombrados sin boato
como representantes de ese pueblo
ahora el requisito indispensable
para obtener curules en los viejos partidos
y algunos de los nuevos
es no pronunciar pueblo
es no arrimarse al pueblo
no soñar con el pueblo
incluso hubo un ministro mexicano
(sabines dixit) que en el sesenta y ocho
unos meses después de tlatelolco
dijo/ con el pueblo me limpio el culo
después de todo el tipo era sincero
por otra parte en las obras más doctas
de los historiadores con oficio
el pueblo aún figura en las notas al pie
y en el último tramo de la bibliografía
pero el voquible pueblo/ en general/
es contaseña de las catacumbas
de los contactos clandestinos
de las exhumaciones arqueológicas
de vez en cuando surge un erudito
que descubre que engels dijo pueblo
que gramsci el che guevara y rosa luxemburgo
que mariátegui y marx y pablo iglesias
dijeron pueblo alguna que otra vez
y ciertos profesores que todavía tienen
en sus armarios el pañuelo rojo
llevan a sus alumnos al museo
para que tomen nota disimuladamente
de cómo eran las momias y los pueblos
y claro los muchachos que absorben como esponjas
se levantan sonámbulos en mitad de la noche
y trotan por los blancos corredores
diciendo pueblo saboreando pueblo
mas como en la vigilia vigilada
ya nadie grita ni murmura pueblo
hay en las calles y en plazoletas
en los clubes y colegios privados
en las academias y en las autopistas
una paz algo densa/ a prueba de disturbios
y un silencio compacto/ sin fisuras
algo por el estilo del que encontró neil amstrong
cuando anduvo paseando por la luna sin pueblo.