SONETO XCV
Dulce soñar y dulce congoxarme
cuando’staba soñando que soñava.
Dulce gozar con lo que m’engañaba,
si un poco más durara el engañarme.
Dulce no’star en mí, que figurarme
podía cuanto bien yo deseava.
Dulce plazer, aunque m’importunava,
que alguna vez llegava a desperarme.
¡O sueño, cuánto más leve y sabroso
me fueras si vinieras tan pesado
que asentaras en mí con más reposo!
Durmiendo, en fin, fui bienaventurado,
y es justo en la mentira ser dichoso
quien siempre en la verdad fue desdichado.